Este día fue la primera clase en la cual quedé completamente a cargo de todo el grupo ya que pondría en práctica la primera unidad didáctica de las que había elaborado y que trataba sobre la Enfermedad de Chagas. Mi objetivo era sorprenderlos para ver si lograba captar su atención y mantener cierta disciplina porque los días anteriores había sido prácticamente imposible.
Al inicio de la sesión, les propuse que elaboráramos entre todos unas normas de comportamiento en el salón de clase y que si las cumplían, el miércoles siguiente realizaríamos una dinámica. Fuerte fue mi impresión al ver sus caras y escuchar su descontento y aburrimiento acerca de lo que les estaba proponiendo en ese momento. Me afectó esa actitud porque estaba segura que iba a ser completamente opuesta pero por lo visto algo hizo que no fuera así.
Sin embargo, seguí adelante con lo de las normas, fueron pasando uno por uno al pizarrón para escribir una norma. El problema fue que se alborotaron demasiado, se levantaban varios a la vez, otros gritaban, se burlaban de lo que los demás escribían, en fin toda una locura.
Una vez que terminan de escribir las 5 normas, les doy las indicaciones de que se reúnan en grupos de 3 para realizar una actividad, pero la apatía reinó en ese momento, unos se juntaron, otros ni se movieron de sus puestos. Fue necesario ir de puesto en puesto preguntándoles la razón por la que no se unían a algún grupo y estimulándolos para que lo hicieran. Al cabo de un ratico todos ya estaban ubicados en un grupo de trabajo.
Luego como estrategia preinstruccional, le pido a un representante de cada grupo que se levante y exprese ante todos lo que sabía o lo que se le venía a la mente al escuchar la frase “Enfermedad de Chagas”, fueron bastante participativos y daban aportes bastante buenos pero como siempre reinó la indisciplina, no se escuchaban unos a otros. De modo que a cada momento les recordaba las normas que habíamos escrito al inicio de la clase pero ellos, oídos sordos.
Al culminar con esta actividad, les entrego un material a cada grupo, que consistía en un chipo muerto pegado en una hoja de papel con el fin de que lo dibujaran. Esto captó bastante su atención y se mantuvieron tranquilos por unos minutos mientras hacían sus dibujos, pero cada 5 segundos me llamaba un alumno distinto para preguntarme algo, me tenían paseando por todo el salón. El profesor había salido porque estaba tramitando el préstamo del video beam para la clase siguiente, por lo que mientras él estuvo ausente más desorden hubo.
Luego que terminaron intenté darles las indicaciones de lo que harían a continuación, pero era totalmente inútil, no me dejaban hablar, me ignoraban, simplemente hablaban entre ellos, fue terrible este momento, me senté en el pupitre, me quedé callada y no dije absolutamente nada en un rato. Posteriormente volví a intentarlo, pero de nuevo ocurrió lo mismo, ya estaba ronca de tanto que tenía que alzar la voz, me molesté demasiado y les pedí que sacaran una hoja y que haríamos un examen en ese momento. Con esto, si reaccionaron, unos se asustaron y preguntaban por qué, yo les respondía que ya era demasiado que no querían colaborar conmigo en nada y que así tampoco eran las cosas. En ese instante, llegó el profesor, le comento lo del examen, me dice que yo tengo la autoridad de hacer lo que considere necesario pero no se aguantó y los regañó bastante, diciéndoles que dejaran la falta de respeto, que se comportaran mejor, que colaboraran y que me aprovecharan más en vez de seguir con esa actitud de niños de preescolar.
Por lo visto, el regaño les sirvió por unos minutos porque después las cosas volvieron a lo mismo, ya estaba cansada quedaban unos cuantos minutos para que se acabara la hora de clase, les dicté la pregunta del examen y a los minutos se acabó el bloque, de modo que no se pudo hacer la prueba.
Entiendo que esta no es la forma de controlar al grupo porque de nuevo estamos cayendo en lo que es el castigo a través de la evaluación lo cual no debería hacerse pero es que probé con distintas estrategias, hice muchos intentos pero al final nada funcionó y fue tanta la cosa que caí en eso, porque soy un ser humano y me sentí mal porque la situación se me fue de las manos y apenas pude completar menos de la mitad de la unidad didáctica.
Definitivamente, este problema de la indisciplina con esta sección es fuerte y tengo que ingeniarme algo para poder llevar a cabo las actividades planificadas de la mejor manera posible y no pasarme toda la hora alzando la voz, caminando por todo el salón, ,mandándolos a sentar, etc. porque voy a terminar obstinada del grupo, lo cual obviamente no es la idea.
Al inicio de la sesión, les propuse que elaboráramos entre todos unas normas de comportamiento en el salón de clase y que si las cumplían, el miércoles siguiente realizaríamos una dinámica. Fuerte fue mi impresión al ver sus caras y escuchar su descontento y aburrimiento acerca de lo que les estaba proponiendo en ese momento. Me afectó esa actitud porque estaba segura que iba a ser completamente opuesta pero por lo visto algo hizo que no fuera así.
Sin embargo, seguí adelante con lo de las normas, fueron pasando uno por uno al pizarrón para escribir una norma. El problema fue que se alborotaron demasiado, se levantaban varios a la vez, otros gritaban, se burlaban de lo que los demás escribían, en fin toda una locura.
Una vez que terminan de escribir las 5 normas, les doy las indicaciones de que se reúnan en grupos de 3 para realizar una actividad, pero la apatía reinó en ese momento, unos se juntaron, otros ni se movieron de sus puestos. Fue necesario ir de puesto en puesto preguntándoles la razón por la que no se unían a algún grupo y estimulándolos para que lo hicieran. Al cabo de un ratico todos ya estaban ubicados en un grupo de trabajo.
Luego como estrategia preinstruccional, le pido a un representante de cada grupo que se levante y exprese ante todos lo que sabía o lo que se le venía a la mente al escuchar la frase “Enfermedad de Chagas”, fueron bastante participativos y daban aportes bastante buenos pero como siempre reinó la indisciplina, no se escuchaban unos a otros. De modo que a cada momento les recordaba las normas que habíamos escrito al inicio de la clase pero ellos, oídos sordos.
Al culminar con esta actividad, les entrego un material a cada grupo, que consistía en un chipo muerto pegado en una hoja de papel con el fin de que lo dibujaran. Esto captó bastante su atención y se mantuvieron tranquilos por unos minutos mientras hacían sus dibujos, pero cada 5 segundos me llamaba un alumno distinto para preguntarme algo, me tenían paseando por todo el salón. El profesor había salido porque estaba tramitando el préstamo del video beam para la clase siguiente, por lo que mientras él estuvo ausente más desorden hubo.
Luego que terminaron intenté darles las indicaciones de lo que harían a continuación, pero era totalmente inútil, no me dejaban hablar, me ignoraban, simplemente hablaban entre ellos, fue terrible este momento, me senté en el pupitre, me quedé callada y no dije absolutamente nada en un rato. Posteriormente volví a intentarlo, pero de nuevo ocurrió lo mismo, ya estaba ronca de tanto que tenía que alzar la voz, me molesté demasiado y les pedí que sacaran una hoja y que haríamos un examen en ese momento. Con esto, si reaccionaron, unos se asustaron y preguntaban por qué, yo les respondía que ya era demasiado que no querían colaborar conmigo en nada y que así tampoco eran las cosas. En ese instante, llegó el profesor, le comento lo del examen, me dice que yo tengo la autoridad de hacer lo que considere necesario pero no se aguantó y los regañó bastante, diciéndoles que dejaran la falta de respeto, que se comportaran mejor, que colaboraran y que me aprovecharan más en vez de seguir con esa actitud de niños de preescolar.
Por lo visto, el regaño les sirvió por unos minutos porque después las cosas volvieron a lo mismo, ya estaba cansada quedaban unos cuantos minutos para que se acabara la hora de clase, les dicté la pregunta del examen y a los minutos se acabó el bloque, de modo que no se pudo hacer la prueba.
Entiendo que esta no es la forma de controlar al grupo porque de nuevo estamos cayendo en lo que es el castigo a través de la evaluación lo cual no debería hacerse pero es que probé con distintas estrategias, hice muchos intentos pero al final nada funcionó y fue tanta la cosa que caí en eso, porque soy un ser humano y me sentí mal porque la situación se me fue de las manos y apenas pude completar menos de la mitad de la unidad didáctica.
Definitivamente, este problema de la indisciplina con esta sección es fuerte y tengo que ingeniarme algo para poder llevar a cabo las actividades planificadas de la mejor manera posible y no pasarme toda la hora alzando la voz, caminando por todo el salón, ,mandándolos a sentar, etc. porque voy a terminar obstinada del grupo, lo cual obviamente no es la idea.
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